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Actitud 42: Noelia Rodríguez
Noelia dedicó muchos años de su vida a ser comercial. No concebía su futuro en el mundo digital a pesar de que le gustaba desde pequeña, hasta que decidió lanzarse a la piscina de 42 Málaga Fundación Telefónica, y se dio cuenta de que podía crecer en el campo de la programación como mujer profesionalmente. Le gusta relacionarse con gente y la metodología le encajo a la perfección para comenzar a aprender competencias digitales sin sentir la presión de la educación tradicional.
Cuéntanos un poco sobre ti.
Soy Noelia, tengo 28 años y lo cierto es que desde siempre he querido ser veterinaria. Las tecnologías siempre me han gustado, los videojuegos… pero nunca pensé que podría ser una opción para dedicarme a ello en el futuro. Desde que somos pequeños y pequeñas nos preestablecen: “las mujeres enfermeras, veterinarias y los hombres informáticos”, por lo que acabé pensando que la informática no era para mí. Hice bachillerato, dos grados superiores pero por mi situación económica, con 19 o 20 años tuve que comenzar a trabajar de comercial.
Siempre me ha gustado socializar. Siento que necesito relacionarme, por eso vine aquí. Unos amigos que se dedican a la programación me han hablado mucho de 42 Málaga Fundación Telefónica, y quería saber un poco más del proyecto. Pero siempre que me ha dado curiosidad, mi familia me decía: “¿Informática? […] tienes que ser hombre porque es muy complicado y eso a las mujeres no las van a contratar”. Con el tiempo he confiado más en mí y me veo muy capaz de acabar siendo programadora, en concreto viajar mientras trabajo, ese sería mi sueño.
¿Qué te llamó la atención de 42 Málaga?
Conozco la piscina desde hace un par de años, pero decidí entrar cuando tuviera más tiempo para poder dedicarle. Quería estar disfrutando y aprendiendo y, por cosas del destino, conocí a una compañera de trabajo que estuvo en la piscina y, ahora yo quería lanzarme a la aventura. Ella ya es estudiante, y para mí fue una señal. Eso me ilusionó y me apunté a la piscina, hice la prueba y me dieron además la beca de alojamiento de La Noria. Cuando me enteré casi me puse a llorar.
Por otro lado, yo había intentado estudiar programación por mi cuenta, pero me aburría mucho. 42 Málaga Fundación Telefónica lo vi una oportunidad de conocer gente, de vivir la experiencia y encima aprender programación, algo que no podría haber hecho yo sola. Después de dos semanas y ver que incluso puedo enseñar a gente, me ilusiona ver que he conseguido una base sólida y soy capaz de enseñar programación a otra gente.
¿Qué representa 42 Málaga ahora mismo para ti?
Voy al trabajo pensando en la piscina, en 42 Málaga Fundación Telefónica, salgo y quiero volver, me voy a mi casa a ver a mi familia y ya estoy pensando en ir para allá otra vez. Ahora mismo es mi día a día, estoy super enérgica, tengo un montón de ganas y me da mucha pena que vaya a terminar en dos semanas, no quiero que acabe, quiero que dure un poco más.
Una persona que empiece desde cero, como es mi caso, empiezas diciendo: “no me entero de nada, estoy perdida” y solo un día después piensas: “estoy haciendo todos los ejercicios yo sola, es que entiendo el código”. Eso te motiva a seguir, además de que no sientes la presión típica cuando vas a hacer un examen.
¿Qué te llevas de la experiencia de la piscina de 42 Málaga?
La magia de la piscina está en las personas, es lo que más me voy a llevar de aquí. Espero entrar como estudiante pero si no entro, esta experiencia me la llevo para toda la vida. Las personas te dan un aprendizaje que tú solo no lo vas a poder aprender: el respeto, la ayuda, empatizar con las personas, ver a una persona que está de bajón y decirle “tú puedes”. También he llegado a decir “no me entero, soy muy mala” y que una persona me diga: “eres mejor de lo que tú crees, te estas poniendo limites tú misma”, y es verdad.
También me he dado cuenta que no te puedes dejar llevar por lo que la gente te diga, lo más importante es confiar en ti, porque mientras eso sea así y le dediques tiempo, puedes conseguir lo que quieras. 42 Málaga Fundación Telefónica me ha ayudado mucho a esto. Aunque me digan “eso es muy difícil, tú no vas a poder […]”, aquí no te comparas con nadie, yo soy yo y tu compañer@ es tu compañer@, cada uno tiene su ritmo y su camino.
Aquí aplican un poco los procesos que luego te vas a encontrar en una empresa. En los trabajos no te van a elegir porque tienes cuatro carreras, porque seas el/la mejor, te van a elegir por ciertas competencias digitales o valores que tenga la empresa y que le interesa adquirir de tí. Igual no soy la mejor en programación pero tienen un equipo que quiere una persona similar a mí en personalidad. Al final en un equipo tiene que haber variedad, y es bueno que haya gente más buena que otra, porque así puedes aportar lo que se te de bien y aprender mucho de los demás.
¿Cuál ha sido tu mayor aprendizaje en 42 Málaga?
La forma de aprender aquí. Te dan recursos y con ellos montas el castillo. Nadie está acostumbrado a esto, siempre nos lo dan todo, aquí tú te buscas la vida preguntando a la gente y siendo valiente. Yo creo que he aprendido a llevar un aprendizaje mucho más autónomo, me busco la vida y genero soluciones. Hay que aprender a saber buscarse la vida, y saber dónde está el límite de: ¿necesito preguntar a alguien o puedo afrontar el problema yo sola?.
¿Tienes alguna formación en tecnología antes de entrar en la piscina de 42 Málaga?
No, nada. Hice un curso en el Polo Nacional de Contenidos Digitales de modelaje de videojuegos, pero no tengo formación previa, de hecho en bachillerato nunca he dado informática. Siempre me llamó la atención pero nunca lo vi como una salida laboral.
¿Qué tiene de diferente 42 Málaga de la formación tradicional?
Es totalmente diferente. En una formación tradicional, te dan todo hecho: libros, clases, encima hablas con tus compañeros y compañeras y te piden que te calles. Es como todo muy cuadriculado, pero aquí aprendes a ser tú, aprendes de ti mismo.
Muchas veces es bueno sentirse perdido para encontrar tu camino. Que no te digan: “ el camino es por aquí” sino preguntarte a ti mismo: “¿por dónde tengo que ir?”. Éste método de aprendizaje ayuda a, por ejemplo, si una persona es introvertida, va a haber un punto en el que va a sentirse con la necesidad de hablar e interaccionar para avanzar en la piscina, por lo que le ayudará a salir de su zona de confort.
Cuéntanos una curiosidad sobre ti
Una curiosidad mía es que soy muy impulsiva, todo lo que pruebo me gusta. Una vez quise comprar un piano porque quería aprender a tocarlo. ¿Dónde está el piano?, en mi casa cogiendo polvo. También me gusta mucho la escalada. Fui un día a escalar en búlder, es decir sin utilizar el arnés, y me compre un crash pad, que es una colchoneta por si te caes, ¿donde está el crash pad? cogiendo polvo también. Me da impulsividad de algo y a pesar de que me conozco, lo hago porque luego seguramente me arrepienta de no haberlo hecho, me encanta esa cualidad de mí.
¿Recomendarías la piscina?
Sí, se lo recomendaría a todo el mundo. Si tienes una pequeña duda, te diría que te lances a la piscina. Te vas a dar cuenta de que no necesitas saber código ni haberte dedicado a ello toda la vida. Sí, es difícil y requiere un esfuerzo, pero no es imposible para nadie: si tienes 50 años, si tienes 18 años, si tienes hij@s, si vienes de cualquier sector. No te vas a arrepentir, si entras y te das cuenta de que no es lo tuyo, te vas a llevar la experiencia. Vas a conocer a gente magnífica. Lánzate a la piscina, disfruta, aprende programación y conócete a ti mismo.