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Actitud 42: María Herrezuelo
Innovación, tecnología y deporte. Los motores que han conducido a María a forjar su carrera académica y profesional en dichos campos. Además de cursar su grado en Magisterio, fue nadadora de alto rendimiento durante casi 10 años y, más tarde, trabajó en el sector deportivo como gestora de proyectos, además de responsable académica. El año pasado decidió dar un giro a su carrera al lanzarse a la piscina para convertirse en estudiante del campus, donde continúa formándose en programación.
¿Qué te ha traído a 42? ¿Cómo nos conociste?
Os conocí a través de la prensa y las redes sociales, donde empecé a ver mucho contenido sobre 42. Al final eso plantó un poco la semilla, por lo que empecé a indagar por mí misma en redes. Di con el proceso de selección y revisé mi calendario para ver cuál era el momento idóneo en el que lanzarme a la piscina.
¿Y por qué te llamó la atención?
Al final vengo del mundo de la educación y, cuanto más sabía sobre esta metodología, más me atraía. En parte, por toda la trayectoria con la que cuento. Al final es una metodología muy disruptiva, que rompe con todo lo establecido a nivel social y educativo. Dar con un proyecto así, tan cerca, en mi Málaga, es más que bonito e ilusionante. Y también pues todo el sector tecnológico, que me atraía mucho ya de por sí y quería conocer más.
Y, ahora que estás aquí, ¿qué es 42 para ti?
Para mí 42 se ha convertido en un espacio tanto formativo como social, que ha plantado una semilla en mi vida. Evidentemente me estoy formando en el mundo tecnológico y de la programación, pero de aquí sacas muchas más cuestiones: habilidades sociales y el contacto continuo con tus pares. La metodología al final se presta a ello en los proyectos, en el peer to peer… Todo suma aquí.
Si tuvieras que definir 42 en una sola palabra, ¿cuál sería?
Innovación. Y solo para empezar, porque hay muchas palabras que podrían describir a 42, pero al final creo que innova en todo lo que ofrece al estudiante y a toda la comunidad que hay aquí.
En el tiempo que has estado en 42, ¿cuál ha sido tu mayor aprendizaje?
Conocerme a mí misma a través de múltiples espacios, personas y proyectos. Vienes aquí buscando aprender sobre programación, pero al final tanto la comunidad de 42 como lo que te ofrece el campus como estudiante te aporta mucho más. Puedes aprender de todo: de los eventos, del trato con el resto de estudiantes y con el staff, de las personas que vienen a los eventos externos, los colegios que visitan las instalaciones… Al final aquí hay tanto y te puede aportar hasta donde tú quieras.
¿Y qué sientes que aportas a tus pares por tu trayectoria?
Es verdad que parto de la base de que vengo del mundo educativo. Estudié Magisterio, pero también tengo mucha experiencia en lo que es gestión de eventos, del tiempo, de proyectos… Quizá no sea la persona más técnica, porque esos conocimientos los estoy adquiriendo ahora y voy avanzando en ellos, pero sí que soy capaz de trasladar de una forma sencilla todo ese conocimiento técnico a personas que vienen, como yo, sin idea de programación como tal.
¿Y qué crees que tu experiencia previa podría aportar en el sector tecnológico?
Yo creo que estas habilidades tienen cabida en cualquier trabajo, pero en el sector tecnológico, por lo que se ve en las ofertas de empleo, un perfil muy técnico es muy necesario. Tienes que tener unos conocimientos, pero también tus habilidades sociales cobran mucha importancia.
A fin de cuentas, exponer un proyecto ante tus jefes o un cliente, tener esa capacidad de comunicación, de trabajo en equipo… Todo ello es súper necesario. Para mí tiene que haber una balanza entre lo que es conocimiento puramente tecnológico y las habilidades que se necesitan para que cualquier proyecto llegue a buen puerto.
Y aquí en 42 trabajamos todo eso, no sólo la programación.
¿Cómo sientes que estar en 42 ayuda a tu empleabilidad?
Con todo. Evidentemente la meta final es salir al mundo laboral y eso, quieras o no, lo tenemos en el día a día. Las empresas nos visitan a diario, estamos en contacto continuo con desarrolladores que teletrabajan desde aquí, personas de recursos humanos… Al final nos vamos nutriendo de todas las necesidades que tiene el sector tecnológico y eso también lo sabemos llevar al trabajo que realizamos aquí diariamente. 42 te abre el abanico de herramientas, materiales y personas para tener una inserción laboral lo más fluida y plena.
¿Por qué decidiste dar el salto de estudiar educación a programación?
Yo me muevo mucho por pasiones. Para mí la educación siempre ha sido una motivación desde pequeña y, por esa razón, decidí estudiar Magisterio. Pero sí que es verdad que para mí la pasión tecnológica siempre ha estado ahí desde el instituto. Tecnología era una de mis asignaturas favoritas y, en todos mis estudios relacionados con educación, he tendido hacia la especialización en innovación educativa, las nuevas tecnologías y qué pueden aportar a la educación. Por ahí me fui acercando más a este mundo.
El deporte es otra de mis pasiones. He trabajado tanto en la parte tecnológica y de innovación, como en la parte de gestión de eventos. Y llegó un punto en el que tuve que crear un proyecto con HTML, CSS y ahí fue cuando empecé a indagar. Me pareció muy interesante, por lo que comencé a moverme y a hacer cosillas por mi cuenta. Descubrí que hoy día toda empresa necesita profesionales de la programación. Al final me llamaba tanto la atención este sector que, al descubrir 42, me pareció que era el lugar ideal para formarme.
Y, aparte de programar, ¿qué otras cosas has aprendido?
He llegado a conocerme mejor a mí misma. Siempre puedes pensar que tienes unas capacidades u otras pero, hasta que no te enfrentas a un nuevo reto no dices “oye, esto también se me da bien”. Aquí es verdad que el abanico de actividades, eventos, proyectos tecnológicos, y todas las oportunidades que ofrece el campus son tantas que logras desarrollar muchas herramientas y habilidades que quizá en otro momento de tu vida no te diste cuenta que tenías o no las sacabas tanto a relucir. La vida del campus te anima mucho a que hagas cosas, a que estés en continuo movimiento y aprendizaje y, al final, te vas descubriendo a ti como persona. Creo que eso es muy importante.
Cuéntanos una curiosidad sobre ti o algo inconfesable.
Durante 10 años fui nadadora de alto rendimiento. El deporte para mí ha sido siempre un motor en mi vida y también todo lo que conlleva el deporte: la disciplina, la frustración… Aspectos que trabajamos mucho aquí en 42.
Para mí el deporte siempre ha estado presente y espero que siga estándolo, porque también me ayuda a aprender a gestionar mis horas productivas enfocadas al aprendizaje, a lo laboral…
¿Cuál es tu objetivo actualmente?
Actualmente me estoy enfocando en seguir desarrollando toda la parte técnica, evidentemente sin dejar de lado todas las soft skills tan necesarias, pero sí creo que todavía necesito adquirir más fundamentos en lo técnico.
Y, luego, me sumaré a un proyecto que me apasione, donde yo crea que puedo aportar y también sea un proyecto que me pueda aportar a mí. Creo que eso es lo principal. También hay otros factores, ¿no? Pero, a fin de cuentas, lo que es la pasión y el sentirte bien con lo que estás haciendo para mí es fundamental.
Y, si tuvieras que recomendarle a alguien que se lanzase a la piscina, ¿qué le dirías?
¡Tírate ya a la piscina!
Sobre todo que no tengan miedo. Tendemos a ponernos límites y la piscina hay que disfrutarla. Yo me lo pasé como una enana. La disfruté muchísimo: hacer nuevas amistades, los proyectos, todo lo que aprendes, la comunidad que se crea… Es muy heavy todo lo que se vive en la piscina, por eso, que menos que intentarlo y disfrutarlo. Eso sería lo que le diría a cualquier persona que tenga un ápice de duda: no la tengas. Y, lánzate, porque es muy guay.
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